El sábado fui a la playa con mi mamá. Cuando llegamos me llamó la atención una pareja que estaba tomando sol sobre un colchón, pero no una colchoneta, sino un colchón de cama. Le dije a mi mamá y ella me decía que eran dos hombres. Quedó así, nos pusimos a comer. Al rato escuchamos que alguien lloraba y vemos que el hombre del colchón estaba agarrándole los pelos a la mujer y se los tironeaba cada vez más fuerte mientras ella trataba de levantarse y el la llevaba para el piso. Le digo a mi mamá que le voy a decir que pare y ella no quiere. Toda la playa está siendo espectadora de este episodio, pero nadie hace nada. Se calman.
A la media hora más o menos la chica sale corriendo y se empiezan a venir para nuestro lado. Eran como las nubes de los dibujitos que se van moviendo con los personajes adentro. Quedan ala lado nuestro. El tipo va a pegarle una patada que ella esquiva y me la pega a mí. Me levanto puteando al mismo tiempo que mi mamá me agarra por miedo a que me haga algo. Al mismo tiempo, un señor de unos 70 años se levanta como para pegarle, ya que la había agarrado ala chica y la estaba matando a piñas y el golpeador se da vuelta y le da una piña al viejito. Ahí se levanta uno de los chicos que estaba a mi lado y lo agarra por el cuello de atrás y le hizo algo que hizo que se doble y se caiga al suelo. Ahí llegaron otros más de la playa y lo golpearon entre todos. Yo me fui a agarrar a la chica golpeada que estaba llorando. Le pregunto donde vive y me dice que viven en la playa. Le pregunto dónde esta su familia y me dice que su familia esta en Buenos Aires, que allá también viven en la calle y que de todas formas no quiere volver a su casa porque allá también le pegan. Me cuenta que tiene 21 años, que está hace 4 meses con este hombre de 38 y que no tienen hijos. Me dice que está borracho todo el día y que le pega siempre. Trato de convencerla de que se vaya cuando no la vea, llamo al 102 (prevención de violencia) y les pregunto qué hago. Me dicen que ella se tiene que acercar a la comisaría de la mujer y que le van a dar un lugar para quedarse unos días. Le digo a ella y ella no me responde. Le hago chistes y se ríe. Tiene una prenda arriba de otra, en total 5 mudas de ropa que son todo lo que tiene sobre el cuerpo en un día de 30 grados. Si uno no la mira bien nunca podría decir que es una mujer. Los golpes y el estado de miseria en que vive la han desdibujado completamente.
A todo esto su pareja se fue a acostar al colchón y mira para nuestro lado, nos separan 10 metros. Vuelvo a reiterarle que es mejor que vayamos a hacer la denuncia así tiene donde dormir y bañarse pero no me dice nada. Evidentemente no quiere hacerlo. No quiero ponerme en el lugar de enseñarle, quienes somos todos nosotros que cuando esta pidiendo tirada en la calle corremos la mirada para no verla y ahora nos metemos en su vida y le decimos que hacer? Calculo que pensara algo parecido y no insisto. Le digo que si necesita lago que me pida. Ella se queda en ese lugar y se sienta. Varias señoras van y charlan con ella. A todo esto llamamos a la policía hace una hora y media y nunca vino.
Vuelvo al lugar donde esta mi mamá. Siento mucha impotencia, siento ganas de matar a ese tipo, siento odio por todo lo que escucho a mi alrededor, por todas las conclusiones que sacan (“Si te das vuelta la negra esa te roba el bolso”, “No vale la pena arriesgar la vida por gente así, cuando nos vayamos se van a juntar de nuevo”, “
Si mi marido iba y se peleaba y el negro este sacaba una cuchilla, cómo me vuelvo a Capital?”), siento el dolor de esta chica, siento que no tiene oportunidad de zafar, que va a estar así toda la vida, que no va a tener espacio para pensar en su deseo, en qué quiere hacer, en que no se lo merece…
En un hecho poco usual se pudo ver claramente el pensamiento generalizado en cuanto a la pobreza y la violencia. “No te metás”. “Los pobres son unos negros de mierda, a ellos les gusta vivir así”. Cuantos dedos de frente hay que tener para darse cuenta de que estamos todos en la misma? Es mucho pedir que se tome conciencia de que la violencia que se siente hacia esta gente en desventaja es producto de lo que nos inculcaron por años y hace que este sistema funcione? Sin los excluidos este sistema “democrático” no existe, no deja ganancia.
Ojala cada uno se tome un tiempo para pensar que hubiese hecho en esta situación y porqué.
