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MOMIALANDIA

"Mi departamento es tan chico que lo caliento con el aliento" (extracto de conversación entre Il corvino, La madre Armadillo y La Momia un mediodia cualquiera, hablando acerca de la peligrosidad de dejar encendido el calefactor por las noches).

Thursday, January 25, 2007

Hate actually


Vamos 25 días del mes de enero y no logro adaptarme. Me mudé a este departamento en marzo y no tenía idea de cómo era la vida en temporada en Colón y Corrientes. Sé que queda mal que diga todo esto. Me van a decir “nosotros vivimos de los turistas”.Y es más, mi papá y mi hermano trabajan en ramas relacionadas con el turismo, pero no me importa, que me perdonen pero preferiría que junten papas en Balcarce si podría zafar de estos meses. A continuación una lista de los detalles más perturbadores de esta zona y del verano en si mismo:

Enfrente de casa hay un lugar llamado “The pakistan shop”. Es un lugar que como imaginaran vende cositas árabes, esos cinturones con monedas que impuso Shakira, estatuitas de elefantes y vacas sagradas, alpargatas doradas y todo tipo de túnicas. Abre a las 8 de la mañana y cierra a las 4. Durante todo el tiempo que está abierto ponen música árabe o pakistaní, pero lo peor de todo a pesar del gran volumen, es que solo tiene 4 canciones, o sea que encima que te mata la cabeza escuchar esas citaras es un círculo horrendo que se repite una y otra vez durante todo el día-noche.
A 30 metros del Pakistan shop hay un local de videojuegos. Tienen en la puerta tres maquinas de Pump it up y por alguna razón a la gente todavía le llama la atención!!!! Así que se mezcla el sonido árabe con el brasilero punchi-punchi de los jueguitos y a todo esto se le suman los grititos de los pendejos.
Para terminar obviamente está el ruido de los autos, pero ese ya no me molesta para dormir. Al ruido que me refiero es a una especie de publicidad que se le ha ocurrido hacer a un cabaret. Tipo 4, 5 de la mañana pasa un auto con unos tipos que con un megáfono gritan “La casita azul, un lugar íntimo, las mejores chicas para vos, festejamos divorcios, cumpleaños, recibidas” así que si tuve la suerte de poder hacer callar los demás ruidos en mi cabeza viene este y me despierta para desvelarme hasta las 7.
Ni hablar de querer ir a comer afuera. Ni siquiera digo a los típicos lugares que se ponen de moda en Alem o Guemes. No, no. No podés ir ni siquiera a la pizzería a la que le pediste delivery todo el año. La gente hace cola para comer. Es una locura. A veces pasas por un lugar a las 10 de la noche y ves que hay 3 cuadras de cola. Es obvio que hasta las 2, 3 de la mañana no van a pasar porque no hay lugares tan grandes. Y la gente se lo banca.
Entre mi casa y la de mis papás hay 16 cuadras, las cuales son céntricas. Así que cuando voy a la casa de ellos me calzo mi traje invisible para turistas. Es desesperante. Hay mucha gente, 15 personas por baldosa más o menos y están todos apurados, de malhumor, alertas, saltan a la primera cosa que se les dice. No lo entiendo. Están de vacaciones. Porque no se quedan en capital si van a estar amuchados e irritables durante dos meses acá?
Para cerrar este verano patético y para comprobar que sigo siendo La momia a mucha honra, el siguiente episodio: conocí a un actor de la novela “El tiempo no para”. Para los que me conocen saben que yo era muy fanática así que estaba muy contenta de conocerlo. Compartí algunas salidas y comidas con él, junto con otros amigos. Un día estábamos en la playa y un tipo le pregunta si puede sacarnos una foto. Él le dice que no, que le da vergüenza. Yo por dentro pienso “Pucha, me perdí la posibilidad de que Gerardo me vea y me llame” y me río momiescamente. A los pocos días una amiga me manda un mensaje de texto que dice “Saliste en la revista Pronto”. Pienso, “Ni Gente, ni Caras, aunque sea Paparazzi!” La cosa es que voy y la compro. Muy frustrante fue ver la foto en cuestión al darme cuenta que salí…de espaldas!!!!!!!!