Quién le teme al suicidio?

"Querido:
Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que… Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.
No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros.
V."
Me encantó. Es la carta que le dejó Virginia Woolf a su marido antes de internarse en un río con piedras en los bolsillos. Semanas antes había intentado suicidarse y no lo consiguió. Esta vez, tuvo suerte. Es una forma de decir. En realidad ella quería eso. Su existencia se le hacía tan insoportable que era mejor no sentir. No me cuesta identificarme con eso. Cuando digo esas cosas la gente cree que soy depresiva y que cada día debe ser un martirio para mi. No. No es así. Pero tampoco tengo tanta devoción por la vida. No hago un culto del disfrute tampoco. La verdad es que en estos últimos meses no tuve mucho porque estar feliz y a veces parece natural querer quedarse dormido. O no? Nunca lo pensaron?
La frase "Si alguien hubiese podido salvarme habrías sido tú" me parece una de las más llenas de amor que alguna vez leí. Muy bello. Como dice el narrador de "Belleza americana" : "A veces hay tanta belleza en el mundo, que no puedo soportarla".