Soda: el regreso

Realmente es difícil poner en palabras algo cuando estuvo tan inundado de sensaciones. Haber podido estar el sábado en el segundo recital de esta gira tan deseada por mi fue como un sueño. En la despedida del 97 mi tía me ofreció llevarme. En ese momento yo estaba de novia con un idiota que me convenció de que Cerati hacía toda esa movida de la despedida pero que en uno o dos meses estaban tocando de vuelta. Yo, muy estúpida para mis 17 años, le creí. Empezaron a pasar los meses y obviamente, Soda no volvía. Gustavo se volvía solista, Charly fundaba empresas relacionadas con la informática y Zeta se ponía a producir promesas para el rock del 2000.

Cuando se confirmó la vuelta este año no lo podía creer. Arriesgué mi trabajo pasando todo un día casi de no atender llamadas entrando una y otra vez a ticketek hasta que me confirmaron las dos entradas. Listo, ya tenía el regalo para el cumple de mi hermanito.

Cuando empezó el show y vi el estadio repleto miles de imagenes se me vinieron a la cabeza: mis primos Sonia y Marcos, 1986 viviendo con todos ellos y mi familia juntos, posters de la revista Pelo pegados en sus habitaciones, Marcos cantando una y otra vez los temas de Nada personal. Mi primer amor: Damián Herold emocionadísimo porque Soda venía a Mardel y el había trabajado de cadete para comprarse la entrada, el barrio Pueyrredón y los Reyes que me trajeron mi primer equipo de música para escuchar Canción Animal.

Sentí que me dí el gusto de mi vida. Parecerá exagerado, ya lo sé, pero fue unir muchas piezas sueltas en mi cabeza. También me dí el gusto de saltar en el medio del campo al ritmo de "La ciudad de la furia" y desmayarme en el intento, comprobando que soy más una chica de platea que de campo, pero quién me quita lo bailado??

Corvi: la pasé muy bien, sos el mejor compañero que pude haber elegido para esto. Te adoro.